¿Quién soy?
Desde pequeñita me ha gustado saber cómo piensa la gente a mi alrededor y entender por qué cada uno reacciona o se siente de una forma diferente. Siempre he tenido interés en ayudar a las personas que no se sentían bien y quería aprender acerca de cómo se sentían los demás para poder entenderlos. Me rodeaba de personas con inquietudes muy diferentes y me dedicaba a escucharlas para después reflexionar acerca de las formas tan dispares de interpretar el mundo que tenemos. El cerebro y las emociones humanas siempre me han resultado impresionantes.
Cuando era pequeña y volvíamos de la costa vasca de visitar a mi familia, le conté a mi padre que de mayor quería ser psicóloga y trabajar en un hospital mental con gente que necesitase ayuda. Esto preocupó mucho a mi padre que era de la vieja escuela y no entendía muy bien “qué era esto de los psicólogos” o “si la profesión servía para algo”. Me paró en el Hospital Psiquiátrico que había de camino a casa, para que me asustase al pasear por los pasillos y, conociéndome, cuando me acercase a preguntar cosas a cualquiera que me encontrase. El resultado fue el contrario al esperado, me generó mucha curiosidad y le dije que tenía claro a lo que me quería dedicar independientemente de dónde fuera, a intentar ayudar a las personas que no se sintieran bien y a intentar entender la mente humana.
A día de hoy, por suerte, la psicología ha evolucionado mucho y está mucho más aceptado socialmente acudir al psicólogo. Incluso se considera una suerte contar con un terapeuta y hay gente que lo solicita con el fin de entenderse mejor o desarrollar un crecimiento personal, aunque no consideren sentirse mal. Tener un espacio en el que no sentirnos juzgados y de confianza, es necesario.
Es muy positivo que estemos dando la importancia que se merece a nuestro bienestar emocional y a nuestra paz mental. Tener malestar y adquirir estrategias para mejorar nuestra situación, es un signo de fortaleza, no de debilidad. Significa que nos preocupamos por mejorar y que somos capaces de realizar cambios.